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Cuando notamos que nuestro ordenador va mucho más lento no entendemos muy bien a qué se debe. Intentamos pasar el programa antivirus y detectar algún programa que esté frenando las tareas, pero no encontramos nada. La realidad es que ese síntoma de ralentización general del ordenador no se debe a ninguna aplicación maliciosa que esté obstruyendo el trabajo de nuestro equipo. Normalmente se debe a que, con el paso del tiempo, el disco duro de nuestro ordenador se va desestructurando de forma que nuestro sistema operativo encuentra difícil manejarse con soltura ante tal desorganiación.

A todo esto le llaman fragmentación. Cuando instalamos un programa y lo desinstalamos se van creando espacios libres en nuestro disco duro. A la hora de instalar algo nuevo, el sistema busca acoplar el espacio que necesitamos al hueco que encuentra. Los programas se van fragmentando. Cuando ejecutamos uno de ellos, el sistema operativo va buscando sus fragmentos uno a uno hasta que los reúne y puede ejecutar la aplicación. Eso es lo que ralentiza nuestro ordenador. Por ello existen aplicaciones como ésta, que desfragmentan el disco duro y lo vuelven a compactar.